Basura tecnológica, desechos digitales, residuos electrónicos… muchas formas de llamar al problema, pero pocas soluciones a la vista. El mundo tiene un problema creciente con los residuos electrónicos. La electrónica está presente en nuestra vida cotidiana, desde los teléfonos inteligentes y los ordenadores hasta los utensilios de cocina, los juguetes y los dispositivos para llevar puestos. Gracias a sitios como Amazon o eBay, la tecnología, antes escasa, se ha vuelto de usar y tirar. Sobre todo en Europa.
¿Cuántos residuos electrónicos generamos en Europa?
El Foro WEEE (Waste Electrical and Electronic Equipment Forum), una organización internacional sin ánimo de lucro, calcula que sólo este año se tirarán más de 5.000 millones de teléfonos móviles.
Si estos teléfonos se apilaran unos encima de otros, la pila tendría una altura de 50.000 km, una octava parte del camino hasta la Luna.
Según la WEEE, los hogares de la UE poseen una media de 74 productos electrónicos, 17 de los cuales están sin usar en nuestros cajones y armarios. La mayoría son pequeños aparatos electrónicos de consumo, como auriculares, cables, discos duros externos y teléfonos inteligentes.
«La gente tiende a no darse cuenta de que todos estos artículos, aparentemente insignificantes, tienen mucho valor y, en conjunto, representan volúmenes masivos a nivel mundial», dijo el director general de WEEE, Pascal Leroy, en una declaración realizada este año con motivo del Día Internacional de los Residuos Electrónicos (14 de octubre).
Además, son los más propensos a ser tirados a la basura y destinados a los vertederos o a la incineración en lugar de ser reciclados adecuadamente.
Los europeos son los mayores productores de residuos electrónicos
¿Cuáles son los continentes que más basura electrónica generan?
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), un organismo de las Naciones Unidas, vigila de cerca los residuos electrónicos. En su último informe sobre los residuos electrónicos en el mundo, estimó que Europa es líder mundial en desechos digitales y basura tecnológica.
- En Europa, una persona genera más de 16 kg de residuos electrónicos en 2019, la tasa más alta del mundo de generación de residuos electrónicos per cápita.
- Oceanía ocupó el segundo lugar (16,1 kg per cápita)
- En tercer lugar, América (13,3 kg per cápita)
- Asia y África generaron respectivamente 5,6 y 2,5 kg per cápita.
Sin embargo, Europa también tiene la tasa de recogida y reciclaje de residuos electrónicos más alta del mundo, con un 42,5%. Asia ocupa el segundo lugar, con un 11,7%, América y Oceanía tienen una tasa similar, con un 9,4% y un 8,8% respectivamente, y África tiene la tasa más baja, con un 0,9%.
Sin embargo, los datos recopilados por la UE muestran que la mayoría de los Estados miembros no alcanzan el objetivo de recogida del 65%.
También hay grandes diferencias de rendimiento entre los países, como se muestra en este mapa (pase el cursor sobre un país para ver su tasa de reciclaje).
Los países que más reciclan basura electrónica en Europa (y los que menos)
Croacia está a la cabeza con una tasa de reciclaje de residuos electrónicos superior al 83%. Los vendedores de aparatos electrónicos del país están obligados a recoger los residuos electrónicos que traen los clientes.
La normativa establece que si un comercio minorista tiene más de 400 metros cuadrados dedicados a aparatos eléctricos y electrónicos, debe garantizar la recogida de pequeños residuos electrónicos (hasta 25 cm) de forma gratuita y sin la obligación de comprar nuevos aparatos.
Además, cualquier persona puede solicitar la retirada de todo tipo de residuos electrónicos de forma gratuita en cualquier lugar del país.
En el otro extremo del espectro, Malta tiene uno de los peores índices de la UE, ya que sólo se recicla el 20,8% de los residuos electrónicos.
Un reciente informe de la ONU lo achaca principalmente a la ausencia de una infraestructura de recogida de residuos electrónicos de última generación, a la competencia de los recolectores de chatarra y a la falta de aplicación de las autoridades.
Pesadilla medioambiental
Los residuos electrónicos que no se reciclan acaban acumulándose en nuestros hogares, o tirados a la basura para ser enterrados o incinerados.
Sabiendo que los residuos electrónicos suelen contener sustancias tóxicas, son un problema tanto para el medio ambiente como para la salud pública. Y aunque Europa ocupa el primer lugar en cuanto a generación de residuos electrónicos per cápita, los países en desarrollo acaban pagando el precio.
Sin embargo, los aparatos electrónicos siguen conteniendo recursos valiosos, como materiales de tierras raras, cobre y cobalto, y los activistas afirman que debería hacerse mucho más para reutilizarlos.
The world produces 50 million tonnes of electronic and electrical waste (e-waste) every year. But people's demand for new technology never tires.
How much more can our planet take of machines that are made to break? #BeatPollution
Filmed with the support of @TheWEEECentre pic.twitter.com/zcMsRhsMF5
— UN Environment Programme (@UNEP) October 18, 2022
Derecho a la reparación: Cómo afrontar el problema de los residuos electrónicos
Una de las opciones para reducir nuestros residuos electrónicos es reparar los aparatos rotos.
Desde marzo de 2021, la UE exige a los fabricantes de lavadoras, lavavajillas, frigoríficos y televisores que pongan las piezas a disposición de los reparadores profesionales durante 10 años.
Los funcionarios están trabajando ahora para ampliar este «derecho a la reparación» a los teléfonos inteligentes, los ordenadores portátiles y otros dispositivos pequeños.
Una resolución del Parlamento Europeo adoptada en abril de este año pide que los productos se diseñen «de manera que duren más, puedan repararse con seguridad y sus piezas sean fácilmente accesibles y extraíbles».
Francia también ha introducido una clasificación obligatoria de «reparabilidad» -de 0 a 10- en una serie de aparatos electrónicos para informar a los consumidores de lo fácil que es encontrar piezas de repuesto y arreglarlos si se rompen.
El índice ya se aplica a los teléfonos inteligentes, los ordenadores portátiles, los televisores, los cortacéspedes y las lavadoras, y pronto se ampliará a los lavavajillas, las aspiradoras y las limpiadoras de alta presión.
A principios de este año, en un duro golpe para Apple, la UE decidió que para 2024 se utilizará un único puerto de carga para teléfonos móviles, tabletas y cámaras. La medida debería ayudar por fin a muchos consumidores a desenredar el frustrante nudo de cables que se ha formado en sus cajones.